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martes, 8 de octubre de 2024

Once propuestas de Juan Torres, que la EBC atiende y confluye en ellas

 Lo que sigue a continuación es un resumen (con corta y pega) hecho por mi, del Epílogo del libro de Juan Torres López Titulado Para que haya futuro. Sinceramente creo que este auténtico economista indica diez tareas principales y una urgente por inaplazable, para transformar la sociedad de verdad no para reformar el capitalismo, que comprobado está que no funciona, sino para buscarle alternativa.

En verde lo que añado yo

Creo que un proyecto político transformador de verdad, ha de desarrollarse en un sistema económico alternativo al capitalismo, si no, no sería de verdad un proyecto político transformador.

Por ello, permítanme el atrevimiento de proponerles la EBC Economía del Bien Común, sistema alternativo desarrollado por C. Felber, movimiento internacional realmente transformador, que como tal, requiere cambios de las personas que han de transformar la sociedad y me baso para introducirlo en las 11 propuestas de Juan Torres, que nada tiene que ver con la EBC, pero este novedoso sistema económico, cumple los 11 requisitos para ejercer tal transformación y en el punto 4 encaja a la perfección.

Y avanza en otros términos de interés para democratizar la sociedad haciéndola más igualitaria, al tiempo que respeta los 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) excepto el 8º en lo que a crecimiento se refiere.

Las 11 tareas son:

1.- Prepararse frente a una previsible sucesión de tensiones y catástrofes

El planeta está inmerso en una situación de inestabilidad creciente y de origen plural, que recibe diversas denominaciones, policrisis (varias crisis coincidentes), metacrisis (una crisis de crisis producida por todas ellas) permacrisis (recurrentes o permanentes), cuestión probada científicamente.

Hacerles frente manteniendo las lógicas del sistema, producirá otras más complicadas y peligrosas. Porque el capital no va a responder en contra de sus principios: Competitividad, máximo beneficio empresarial y mercados sin regulación, que no libres. Consecuentemente hay que prever una etapa con una respuesta enérgica del capitalismo a los posibles cambios que hay que articular desde abajo, con buenos cimientos y tiempo, esto no se cambia en dos ni tres legislaturas.

Pero la batalla será dura y habrá tempestades, tensiones y catástrofes, porque el capitalismo no va a rendirse y hay que sustituirlo.

2 Educar, denunciar y difundir con autonomía

Históricamente nunca se consiguió avance social alguno, sino luchando y denunciando las falsedades del poder. Aunque hoy día éste tiene más recursos y medios de comunicación, aún los públicos que la izquierda nunca supo ganar; además la batalla intelectual y cultural por idéntica causa estuvo a a su favor.

Para cambiar el mundo a largo plazo, e incluso para poder intervenir con un mínimo de éxito en la actual coyuntura de la vida social, es imprescindible disponer de mediación social autónoma y no depender de que el poder contra el que se actúa haga de vez en cuando un hueco a los relatos alternativos. Es preciso utilizar y organizar con independencia el capital intelectual y el pensamiento crítico, educar y difundir el conocimiento, y habilitar a las personas para multiplicar las fuentes de mediación que permitan que la información en la que se soportan los relatos alternativos, pueda difundirse y generar convicción, complicidad y apoyo masivos, a las políticas realmente transformadoras.

3. Forjar consensos progresistas

Los movimientos progresistas deben forjar consensos con los valores ecuménicos de los grandes ideales, libertad, democracia, derechos humanos, soberanía popular y no renunciar a ellos, porque se los apropiará la derecha, como ya hizo descaradamente con el primero indicado.

No se puede hablar solo para la tribu, ni intentar diferenciarse tanto de las demás izquierdas. Somos uno solo y debemos ir unidos, para ser alternativa real. La comunicación y el contacto, que hoy no existen, porque aunque si hay diferentes formas de comunicarse, estas nos aíslan cada vez más, paradójicamente.

4 Poner en marcha otra economía y generar riqueza dando ejemplo

No es solo el Estado el encargado de fomentar nuevas formas de crear riqueza, ingresos de forma eficaz y eficiente, es además de él con otras formas distintas del capitalismo. Existe el olvidado cooperativismo, las empresas de economía social y esas con el apoyo del estado y formas novedosas de medir la creación de riqueza, que no es solo monetaria son las que ejemplarmente hay que aplicar para mostrar el camino. Y (esto es de mi cosecha particular) podría probarse la (EBC) Economía del Bien Común -enlace-, que reúne todos los requisitos para poder ser una alternativa real al capitalismo y probada en varios municipios (Miranda de Azán -Salamanca- por ejemplo)

5 Aflorar más y mejor democracia en todos los rincones de la sociedad.

Enfrentarse a la crisis de las democracias en todo el mundo es un reto fundamental porque ahí radica una de las causas que más directamente produce desprotección y desmovilización de la población que más necesita avanzar hacia un nuevo mundo. Para hacerlo con éxito es necesario conseguir que la gente compruebe que la participación, la deliberación, la negociación y la empatía son los mejores procedimientos y lo que más le conviene a la hora de dar prioridad a los intereses diferentes que se dirimen en la sociedad

No basta votar cada 4 años, hay que participar en la democracia en las empresas, y en todos los lugares y sobre todo dar pábulo y apoyo a la denuncia de la corrupción y bulos.

6 Crear espacios de encuentro y convivencia

Tan necesario para luchar contra el aislamiento que el neoliberalismo nos impone desde hace décadas, con su adoctrinamiento sobre el individualismo, que requiere la competitividad que precisa el capitalismo para funcionar, dejando de entender que la política es asunto de todos no de unos pocos aún elegidos cada 4 años y de forma democrática, es la creación de espacios de encuentro y convivencia, donde la política sea asunto de todos y así dejemos de ser idiotas en el sentido griego de desinteresados de lo común.

Hay que retomar contactos con las organizaciones de base, movimientos vecinales, asociaciones de todo tipo, las casas del pueblo, donde se tejían vínculos que creaban sujetos sociales y operadores políticos sostenidos por relaciones humanas estrechas y duraderas.

Fíjense que la importancia de los movimientos sociales es tal, que los gobiernos del PP y del PSOE a través del Ministerio del Interior espían dichos movimiento, con policías infiltrados (cuestión ilegal, claro) que demuestra la importancia de esos movimientos sociales.

Hemos caído fácilmente en la tentación de hacer política y difundir los relatos a través del marketing y las redes impersonales que no sirven para promover y facilitar que la gente se encuentre y hable, se descubra entre sí los problemas comunes y pueda encontrarles soluciones solidarias y mutualistas.

No hay problema humano que pueda comenzar a solucionarse sin la interacción y el diálogo, sin la puesta en común y sin que se encuentren las miradas y las palabras de los seres a quienes afecta. Como dicen unos versos de Octavio Paz, «el mundo cambia si dos se miran y se reconocen».

El movimiento asambleario y la democracia directa, tan imprescindibles, como control y gestión de la democracia representativa.

7 Organizarse desde abajo para influir arriba

Los sujetos políticos, principalmente los partidos que actúan e influyen en las instituciones, se han convertido en algo muy alejado de lo que ocurre por debajo de ellas, de las actividades de la gente corriente que día a día hace que el mundo funcione y lo mejora con su esfuerzo.

Los sujetos políticos, entiendo por éstos a los que intervienen directamente en las instituciones y los gobiernos o compiten electoralmente, deben tener raíces en la sociedad. Y los sujetos sociales, la sociedad corriente, no pueden actuar al margen de los aparatos donde se reflejan los intereses sociales, se toman las decisiones o se puede influir o presionar más directamente sobre quienes lo hacen. Es crucial disponer de personas, que tengan los pies en la tierra, allí donde se encuentra la sociedad, si no la representación política desconectará con el pueblo y perderá su apoyo, perdiendo su fuerza, aunque gobierne, porque precisa el poder de la calle que lo respalde, además de votarle.

La democracia funciona de abajo a arriba, es decir, el soberano es el pueblo, cuando se pierde el contacto directo con él deja de ser soberano porque pierde la representación y ésta se vuelve débil, porque no tiene el amarre del pueblo a tierra. De esta forma, de abajo a arriba, funciona la EBC, usa la democracia directa y el movimiento asambleario.

8 Prepararse para administrar y gobernar

Cuando la izquierda gobierna lo hace tan bien o mejor que la derecha, pero la dificultad proviene de creer que gobernar es un fin en sí mismo, o que implica una gestión que puede llevarse a cabo con éxito en desconexión con la ciudadanía, cuando el poder del capital y la influencia de los partidos de la derecha, incluso en la oposición, son más fuertes que nunca.

El poder no se tiene alcanzando con el gobierno, solo un poquito. La reacción permanente de la derecha, que controla poderes que no se eligen, requiere una demanda social ampliamente sentida y cómplice y un apoyo ciudadano fuerte, explícito, bien visible y permanente. Para que la ciudadanía lo reclame como una conquista suya irrenunciable.

Estar preparado y saber administrar y gobernar es también un prerrequisito de la transformación social. Y estar dispuesto para ello consiste, en primer lugar, en entender que quien ejecuta es el dirigente o el aparato, pero quien gobierna o dicta la acción de gobierno y la controla debe ser la propia ciudadanía de modo permanente

Por eso no basta con ganar unas elecciones o llegar a ciertos tipos de acuerdos para gobernar, porque si se debilitan o traicionan los principios o si la ciudadanía no comparte o no entiende lo que se hace, no se emprenderá otro camino que el del fracaso.

9 Reforzar el estado y recobrar la soberanía popular

Aunque ni una sola empresa podría existir sin el Estado, el neoliberalismo enflaqueció éste de forma que le sirviera a sus intereses exclusivamente, atentando contra la capacidad redistribuidora del Estado

Las proclamas de los liberales contra el Estado ocultan que sólo se refieren a debilitar al máximo su capacidad redistribuidora para tratar de equilibrar el reparto del ingreso y la riqueza, y su poder para establecer límites o controles que mitiguen las imperfecciones y costes que produce el poder sobre los mercados de los grandes capitales y oligopolios. Utilizan el Estado para que exista esta desigualdad social que sufrimos.

Hay que recuperar la capacidad de intervención del Estado secuestrada por las políticas neoliberales no sólo para garantizar la equidad y el bien común y para dar contenido democrático a las instituciones representativas.

10 Reivindicar la paz y practicar la no violencia coherente

La defensa de la paz debe erigirse como un valor absoluto que implique rechazar la violencia como forma de abordar los conflictos venga de donde venga y no sólo en función de quién la practique. La izquierda no puede tener otra bandera que la que diga que la paz es el camino y mucho más en el momento histórico en el que nos encontramos.

Y eso hay que trasladarlo a la sociedad ejemplarmente y al igual que no se debe enseñar doctrina religiosa en los centros, tampoco se debe encumbrar al ejercito ni la violencia de ningún tipo, ni siquiera en la disputa política con partidos afines. En resumen: hay que abandonar hasta el simple cabreo. Paz en todo caso y siempre. Hay que aprender a empatizar con el diferente, con quien difiere de nuestro pensamiento, porque simplemente hemos de tener «sentido de especie»

Lo inaplazable: frenar el cambio climático

De todos los problemas sociales este destaca por su gravedad. Si están de acuerdo el 100% de los científicos ¡coño! démosles la razón política y socialmente, para detenerlo, es inevitable modificar los comportamientos sociales y las políticas que lo han provocado.  Dicho al revés, que seguirá aumentando si se mantienen los principios que gobiernan la economía y las relaciones sociales desde que comenzó a producirse. Además, es insostenible, porque si no se detiene se alcanzarán temperaturas en el planeta incompatibles con la vida de los seres humanos. Cuando se superan los 50 grados como ha ocurrido ya en muchos lugares del planeta ya no es posible la adaptación.

Conocer esa insostenibilidad vital para el ser humano, hay que lograr que se conozca y asuma por la inmensa mayoría de la población. Es la única manera de evitar que la lucha contra el cambio climático se desnaturalice o prostituya, tal y como está ocurriendo cuando los gobiernos y empresas lo abordan como una nueva oportunidad de negocio.

Hay que combatir la equivocada idea de que al fin y al cabo no es para tanto y que es posible adaptarse a sus consecuencias, que no hay prisa, o que se siga intentando darle respuesta manteniendo las mismas políticas económicas que lo han desatado al basarse en la producción intensiva de materiales y energía, el consumismo y en no contabilizar el gasto o destrucción que realizamos de los recursos naturales.

Es preciso darle una respuesta de especie y no corporativa; asumir que la naturaleza y los recursos básicos para la vida son de todos los seres humanos de esta generación y de las futuras; y entender que las decisiones que gobiernan la vida en el planeta no pueden responder a una sola ley de comportamiento (en nuestro caso, el afán de lucro y el predominio del beneficio privado) porque sabemos que los sistemas complejos colapsan sin remedio cuando eso ocurre.

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Todas estas medidas que propone mi economista favorito: D. Juan Torres López, se adaptan perfectamente y cuadran con los principios de la Economía del Bien Común, que creó y desarrolló Christian Felber.

Este es un novedoso sistema económico distinto del capitalismo y respeta todas las constituciones democráticas de los países más avanzados.

Además tiene articulados unos métodos para medir parámetros relacionados, no solo con la monetización de la economía, sino con el bienestar social, por ejemplo IBC Índice del Bien Común o la Matriz del Bien Común que analiza las relaciones de las empresas entre si, sus trabajadores, clientes, proveedores, y todas las personas con ella relacionadas o bajo su ámbito de acción.

Además y para su aplicación El movimiento se organiza también en nodos de trabajo, transversales a los diferentes territorios, que promueven la economía del bien común en sectores de actuación determinados: Organización, Municipios, Empresas y Conocimiento.

Profundizar más en Economía del Bien Común

Después de haber escrito todo esto aparece esta entrevista que resume bien parte de lo indicado aquí (entrevista mencionada)

Presentación por el autor (D. Juan Torres López) del libro mencionado y utilizado en esta entrada


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