El Real Madrid se cabrea porque su niño mimado, su Ayuso negro, no gana y el rebote es máximo, porque su segunda opción, el fascistilla (amigo de Abascal) tampoco gana y rompe la bajara. Quiere, como el PP, ser juez y parte, solo le falla que en la UEFA no hay poder judicial, que controlar por la trasera.
Igual que el PP desprecia la decisión del Parlamento, el Real Madrid desprecia la decisión de UEFA.
Al Real solo le queda irse, no como al PP que controlando por la puerta de atrás el Poder Judicial está mimando la base de las instituciones (entre ellas, la independencia del Poder Judicial) y por ende de la democracia, para cargarse el gobierno.
En el caso de la política, la cabreada es la niña mimada del PP, Ayuso, que a diferencia de Vinicius, por no ganar, por no ser presidenta del gobierno nacional, maltrata al "hijo de fruta" del Presidente, elegido por el Parlamento, legalmente constituido, pero eso le da igual, no le importa. A ella ni siquiera hay juez que la reprenda, como "frutera" del reino.
Es triste y doloroso que la competitividad deportiva, que debe existir pero en su ámbito, de lugar a una competición ilegal, irracional, incomprensible y violenta a veces fuera de las canchas de juego. Con actitudes incalificables por la aptitud de dirigentes deportivos y políticos a los que la democracia no parece importar lo más mínimo y por tanto, las reglas del juego tampoco. Solo ganar, ganar y ganar. Cuando esto solo es válido dentro del terreno de juego y respetando las normas. No en la sociedad, donde los valores son otros clarísimamente y las normas que nos damos todos, hay que respetarlas.
- ¿Tendrán algo que ver las direcciones del Real Madrid y el PP? ¿Neoliberalismo? ¿Florentino?
- Na, no puede ser.
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