El sector de HOteles, REstaurantes y CAfeterias, Discotecas, Pubs, etc. etc. son un sector que aporta mucho al PIB nacional o sea, que aporta al valor de mercado de la producción final de bienes y servicios turìsticos de España (14,6 %). Aporta valor a la producción y ¿cuanto valor aporta a la población que trabaja en él? Porque lo antedicho (el PIB) mide el valor que se aporta en bienes y servicios producidos, pero no se tiene en cuenta uno de los costes para producirlos, que es la ganancia que reciben sus trabajadores.
Este sector precario y estacional, no en relación al PIB, sino en relación a sus empleados. Debe mejorarse, para que no sea ninguna de las dos cosas, con calidad.
Plantea el dilema anterior la calidad del sector, me refiero al ecosistema turístico y al cultivado capital humano, tan importante en el sector. Estas estratégias de calidad no son baratas y por ende ahorra costes no aplicarlas.
Así puede afirmarse en relación al Covid que un empresario Horeca, se salte las normas Covid porque lo primero es, tal como nos enseña la “Economía” actualmente en vigor, el beneficio empresarial.
La cultura empresarial, que es muy intensa en la crematística, debe fomentarse en el ámbito social, en la Responsabilidad Social Corporativa, debe priorizar la salud y la calidad sobre el beneficio, que no digo que no haya, pero debe tener en cuenta esas prioritarias necesidades si quiere sobrevivir. De otra forma viene un político británico, no muy cuerdo -bien es cierto- y nos pone en cuarentena.
Por otra parte y llevado al extremo esta ausencia de Responsabilidad Social Corporativa, nos llevaría de nuevo a otro brote del virus.
Es comprensible que los ingleses teman visitar España para tirarse por sus balcones o caer en coma etílico. Ese turismo no interesa. Cuando tenemos ese turismo (y a este trozo de sector va mi crítica) es que no se está teniendo en cuenta nada de lo que rodea al turismo de calidad, excepto el beneficio empresarial.
He abusado de los extremos para que nos quedemos en el medio, que ahí está la virtud, y en resumen formar, no solo a los trabajadores del sector, sino también a algunos empresarios. Y por tanto, hacer de este sector que sea de calidad, desestacional y sostenible todo el ejercicio económico. Para ello es preciso la colaboración y la crítica de todos sus “stakeholders” o partes interesadas: Empresarios, trabajadores y los representantes de ambos y Administración.
Precisamos una urgente innovación de un importante sector nacional de nuestra Oikonomía no de nuestra “Economía” al uso.