Cuando tengamos vacunado al 80 o 90 % de la población, a finales de 2021, la pandemia, que es global, atacará más intensamente a África, por ejemplo y consecuentemente la población emigrará más, a Europa y por tanto, a España.
Esta globalidad pandemica, debe atacarse con globalidad vacunatoria, así. Seguro que además nuestro Gobierno ya tiene pensada su estrategia para el caso. Además de saber que la inmigración es riqueza y por tanto, debe saber aprovecharse tratando la inmigración como lo que es: personas que quieren vivir y trabajar aquí.
Bien, porque nuestra población está envejecida y la inmigración es juventud. Por otra parte, el exceso, si lo hubiera, debe transferirse a Europa, por los pirineos, por ejemplo.
Es decir, vemos que la auténtica globalización (libre circulación de personas y derechos, además de información, dinero y mercancias) nos arreglará el grave problema demográfico español, además de las cotizaciones a la Seguridad Social.
Seguro que también tienen previsto que el cambio climático reducirá nuestro PIB en los próximos años y los millones de euros que vendrán de Europa (no gratis) se aplicarán, a través de las pymes fundamentalmente, en orientar nuestra industria de bienes y servicios en este sentido, además de la digitalización social y la fundamental creación de empleo, energía y proyectos sostenibles, no para beneficio de los amigos de mis amigos. Hasta aquí la previsión
La provisión se fundamentará en conseguir, a través de las actitudes antedichas, que la produccción estratégica de bienes y servicios no nos haga depender, otra vez, de aquella "deslocalización" empresarial, realizada con el único fin de incrementar o mantener el beneficio empresarial, a costa del empleo nacional.
Hay que evitar tropezar dos veces en el mismo sistema económico. Alternativas las hay, entre otras E B C y NESI