Enseguida tendremos que pagar por respirar. Si seguimos callando y nos abandonamos a los deseos de la financiera oligarquía mundial, no tardando, tendremos que pagar por respitar y quien no tenga dinero ...
Se está implementando desde hace mucho tiempo y en nombre de la economía, una serie de tropelías inconcebibles para una mente sana y buena. Por ejemplo ¿qué sentido tiene poner precio a un trozo o parcela de globo terráqueo? nuestra casa, donde vivimos todos. Esto es como si un padre cobrase a cada hijo un alquiler o le vendiese parte de la vivienda; absolutamente innecesario, para la vida, pero imprescindible para la crematística, que no para la economía.
Esto no es economía es crematística y el primer problema es la confusión en las palabras, en las denominaciones, por eso, las Facultades de Económicas deberían llamarse Facultades de Crematística: Ciencia que estudia la ganancia pura de dinero, como valor en si mismo y no como medio de intercambio.
Bien, pues desde hace unos días "el agua sale a bolsa" o sea, que los mercados financieros que ya especulan con el petróleo, el oro, el trigo y el maíz, etcétera, lo harán enseguida con el agua y como decía al principio, veremos lo que tardan en especular con el aire.
La disculpa es que determinando el precio en función del mercado la gestión mejora y quizás fuese cierto en una auténtica economía (gestión eficaz del planeta), no con la actual crematística que todo el planeta se ve obligado a utilizar.
Es muy distinto que la gestión de agua sea a través de los gobiernos locales, autonomicos o nacionales de cada país, porque cuando la gestión se mercantiliza, el control lo establece quien más dinero tiene, no el órgano elegido por el pueblo para su gestión, diferencia crucial, porque con el primero se regulará en función de las necesidades que mayoritariamente manifiesten los votantes de dichos gobiernos, mientras que de la segunda forma se hará en base a la ganancia de quienes dominen el mercado, que ya conocemos quienes son, cómo actúan y que consecuencias producen: más miseria.
La mercantilización del agua perjudicará como siempre a los más pobres y encarecerá la vida de las clases medias y bajas en favor de las altas.
Los gobiernos demócratas deberían impedir esta tropelía y revertir otras muchas ya implementadas desde hace décadas, como la salida a bolsa de alimentos básicos que controlan trust de especuladores mundiales, los famosos mercados de futuro, que ahí es donde ya cotiza el agua en EEUU.
El agua es un derecho, como proclaman la mayoría de las constituciones, al igual que la vivienda, el alimento, en fin, la vida digna es un derecho y esta mercantilización atenta contra esos derechos constitucionales, además de humanos, tal como comprobamos cuando las empresas supranacionales pasan por encima de los gobiernos, para incrementar sus ganancias a costa de quien y lo que sea. Una barbaridad que no debemos aceptar.
Si las élites económicas mundiales, comercian a costa de la vida de
seres humanos, con los elementos vitales para ella, ¿Cómo les vamos a
pedir que conserven el planeta? No les importa ni el planeta ni sus
habitantes, es evidente. Consecuentemente es urgente que los gobiernos
frenen este terrorismo económico.
Explicación verbal del asunto: Video 1; video 2