La pandemia del covid19 es el hecho que marca el S. XXI, al igual que el S. XX lo marcó la guerra mundial. Y esta pandemia deviene de nuestra estupidez como grupo humano que, en lugar de cuidar la casa donde vivimos ( La Tierra), la destrozamos en base a mentirosas utopías mantenidas durante muchos años, como que la empresa debe perseguir el máximo beneficio, sabiendo que la tierra es finita.
Cuando la población mayoritariamente sea capaz de razonar, que no se puede perseguir el máximo beneficio, sino a costa de liquidar el planeta, de suicidarnos colectivamente. No seremos capaces de revertir esta pandemia dentro de la pandemia que es, el suicida neoliberalismo.
Desde Reagan y Thatcher se nos dice que no existe alternativa al neoliberalismo. Esta mentira mantenida 8 lustros nos trajo donde estamos. El principio del fin, si no revertimos esta estupidez de 40 años, que ha logrado deseducar una gran parte de la población mundial
Ahora hay una excelente oportunidad con la gestión de las vacunas contra el coronavirus. Es evidente que si no se vacuna con rapidez la totalidad de la población mundial, la pandemia hará estragos en la población, se exterminará una importante cantidad de seres humanos, que quizás segmentando por raza, pobreza, religión, etc., volvamos a los campos de exterminio nazis, como ya pasa con Israel, todos vacunados, y Palestina, sin vacunas y uno al lado del otro.
La alternativa a este exterminio es la liberación de las patentes de las vacunas. Si no se consigue esto, el modelo capitalista seguirá durante un tiempo más hasta acabar con el mundo o una importante parte de él.
La globalización no puede ser solo libertad de movimientos de información, dinero y mercancías, ha de ser además de derechos y personas y por tanto, de vacunas. Hemos comprobado que la empresa pública nos defiente mejor de las pandemias covid y neoliberalismo, que la empresa privada, porque esta perseguirá la utopía del máximo beneficio.
A mi juicio, creo que hay que educar masivamente en la Economía del Bien Común EBC, porque antepone la dignidad humana, la solidaridad, la justicia social y el sostenimiento ecológico, además de transparencia y democracia, dentro de las empresas, municipios y entidades en general, creando sociedades de abajo a arriba, no al revés. Una democracia participativa en todos los ámbitos.
Educar y educar, volviendo a las raices tribales africanas: Ubuntu: "Para educar al niño, se precisa toda la tribu"