- ¿Cómo se llega a convencer a un mil eurista para que vote a quien atenta a su dignidad, su bienestar social, en fin, su futuro? Quizás, como: obrero de derechas con aspiraciones a recogemigas. Es que hay veces que nos ponen el listón tan bajo, tan burdo y mediocre, que nos confunden y llegamos a pensar que una mierda es un objetivo valioso. Cuestiones de marketing perverso y torticero.
- El problema de las relaciones humanas, es de afinidad de caracteres, por tanto, difícilmente definibles. Entonces podría ser que las resoluciones de los especialistas en recursos humanos serían inexplicables. ¿Porqué no buscarán entonces, relacionar humanos con recursos? Quizás porque suponga poner en primer término las personas y después el interés crematístico empresarial.
- Porqué una persona que no acepta la realidad al seguir votando políticos corruptos, se la acepta como una persona normal. ¿Votaría ud. de nuevo, al presidente de su comunidad de propietarios que hubiera robado 1000 € de la caja común? No es normal ¿verdad? En el mejor de los casos es una normalidad enfermiza o pura estupidez.
- Un antisistema no es alguien que defiende a los pobres, débiles, marginados o discapacitados. No, éste es un defensor de la sociedad justa. Pero, que me dicen de quien pone espeques a las ruedas de la democracia en forma económica, jurídica, política o atenta contra su vecino por cualquiera de las condiciones antes descritas.
Estos ejemplos ponen sobre la mesa la incultura social que padecemos como pueblo. Hay que repensar lo que nos cuentan; "cuentos" los justos y bien explicados.
Enjuicie lo que lee, júzguelo y compártalo con sus amistades y conocidos. Dialoguen, es decir, cultivémosnos un poco.