Es evidente que las medidas políticas que toman o proponen los políticos, sean del bando que sean, aún siendo muy diferentes unas de otras y más favorables a los menos favorecidos o al revés, ninguna enfrenta realmente el problema que sufrimos, que resumidamente podemos definir como: desigualdad, falta de democracia, corrupción sistémica y fomento de la violencia, guerras y hasta genocidios televisados.
Enfrentar los problemas sociales de verdad
¿Cómo se enfrenta esto? Porque esto es lo que hay que enfrentar para acabar con el problema de la vivienda, los salarios y en resumen de una calidad de vida aceptable, pacífica y cultivada.
Tiempo y programa
Principalmente, creo que esto en serio hay que enfrentarlo a largo plazo no a un plazo máximo de 4 años que es donde miran todos los políticos.
Y luego, creo que no deben competir con descalificaciones y mucho menos con insultos, sino con programas, proponiendo programas reales y a largo plazo, no mentiras que deberían ser castigadas, además de en las urnas, judicialmente. Aunque el castigo en las urnas requiere cultura.
¿Cómo confiar en ... ?
No se puede confiar en un líder de un partido que pida hundir a un barco que salva náufragos migrantes, ni perseguirlos una vez en tierra.
No se puede confiar en un líder que deja morir siete miles de ancianos, ni más de 200 ahogados, por dejadez, abandono o desidia e incompetencia, de los fuegos ni hablamos, para qué.
No se puede confiar en un líder que aparte a la oposición por corrupta y caiga en idéntica trampa.
Ni confiar en el líder que crea los círculos para sentar las bases de su partido y los colapsa con la comunicación de arriba a abajo sin dejarla fluir como debiera de abajo a arriba, cayendo en lo que criticaba a "la casta"
En fin, no se puede confiar quien en su organización abandone la democracia interna y ejerza el ordeno y mando, las democracias hay que construirlas de abajo a arriba, nunca al revés. Por eso en las empresas de capital no hay democracia, solo existe el ordeno y mando. En cambio en las cooperativas puede existir más fácilmente.
De ahí que el plazo deba ser largo, hay que educar y para ello se precisa a toda la tribu y mucho tiempo y paciencia. Sin educación no se avanza.
La necesaria buena educación
Además esa buena educación nos aportará un espíritu crítico, imprescindible. Y la libertad de pensamiento es básica, pero hay que entrenarla, con esa buena educación.
¿Quién nos arrastra hasta la mala educación que padecemos, los problemas sociales que sufrimos y los políticos tan malos que elegimos? Pues seguramente es alguien que controla esa educación de forma sibilina.
Las Corporaciones acabarán con los Estados
Las grandes corporaciones económicas actualmente son las dueñas de todo, ejercen una amplia y profunda influencia en distintos niveles de la vida social, política y cultural y como también llegan a controlar el marco regulatorio mundial solo se benefician a si mismas, perjudicando a la mayoría de la población.
Económicamente contratan precariamente ingentes cantidades de empleados, innovan solo en su propio beneficio o de alguna élite y concentran poder con la creación de oligopolios y como triunfo final el monopolio.
Políticamente crean lobby para influir en leyes, regulaciones e impuestos. Usan puertas giratorias para comprar cargos públicos y tienen más poder económico que muchos Estados.
Medio-ambientalmente podrían ser la solución ecológica, pero casi nunca lo son aunque poder tienen de sobra para ello. Pero prefieren la acumulación del medio de pago (dinero) que salvar el planeta.
Social y culturalmente marcan tendencias globales en alimentación, moda, entretenimiento y comunicación. Con la publicidad y los medios de comunicación moldean percepciones y valores sociales, imponiendo narrativas que refuerzan el consumo. Y protagonizan el "greenwashing" para evitar iniciativas ambientales, educativas y sociales razonables.
El problema y la solución
Fíjense que todos los partidos políticos del arco parlamentario están bajo la influencia de las mencionadas corporaciones, de ahí que sus medidas solo sean parches inservibles y no enfrenten de verdad nuestro problema.
Por eso ninguno, ni políticos ni corporaciones, nos quieren bien educados y ahí está el problema y la solución.
La soñada solución
Si nuestra educación fuera la adecuada, yo creo que nuestros políticos estarían más preocupados en negociar bien con los BRICS que con la OTAN y el matón de Trump. Invertir en armas es desperdiciar el dinero y pagar aranceles pudiendo evitarlos también. Pero sobre todo y más importante que mi personalísima opinión, sería que se podrían encuestar o hacer un referéndum popular para saber que quiere el cultivado pueblo.