El Gobierno de España, dícense socialistas, otorga cada año a la Iglesia Católica 12.000 millones de euros, entre pitos y flautas.
No puedo encontrar una partida económica más desperdiciada que esta. ¿Qué beneficios reporta a la sociedad?
Para que además venga un obispo a organizar políticamente este mundo cuando su reinado es del otro.
Las creencias no deben alimentarse con dinero público, es una estafa descarada. Las creencias son eso, creencias y las debe alimentar cada quien como mejor sepa y pueda.
El dinero público debe aplicarse al bienestar social, a mejorar la vida de los ciudadanos y a satisfacer sus necesidades humanas, no del espíritu. Ese se alimenta solo.
Si algún ciudadano quiere un bautizo boda o lo que sea, que lo pague, como cuando quiere pintar la casa o ir al cine.
Porque para vender cuentos ya tenemos a Hollywood y a excelentes escritores.
Dios no creó al hombre, fue éste el que inventó a dioses, así que dejémonos de hacer el "giliwatios", dando dinero a una inexistente causa.
No se dan cuenta nuestros dirigentes que con esa elevada cifra se pueden paliar muchos problemas reales y sociales de hoy. Primero la realidad y si sobra la ficción.

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