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viernes, 24 de enero de 2025

El voto negativo al R.D. Ómnibus significa mucho

   Por sus hechos vamos conociendo a la derecha nacional española y hasta la catalana, han impedido con sus votos que los pensionistas cobren  la pensión revalorizada, que el SMI sea el que debe ser y otros muchos derechos sociales, que se nos van porque, el PP y Junts deben defender a la oligarquía, que seguro les paga y además no les interesa que el pueblo liso y llano, tenga los derechos que se merece, porque así es más fácil controlarnos y manejarnos mejor.

   Votan juntos PP y Junts para el bienestar de la oligarquía más rancia del franquismo, aunque el catalanismo les divida, les une el último fin, la defensa oligarca.

   Se pone en duda la democracia representativa porque ¿qué representan popularmente los partidos fascistas o similares, en el parlamento?

   Si la democracia fuera directa, más directa y hubiera consultas y referendos, el fascismo quedaría fuera.

   Una minoritaria opinión apoyada por mucho dinero oligarca y asociaciones que atentan contra la democracia y de tono fascista, implicando a la judicatura y los medios de comunicación, en manos de la antedicha oligarquía, es lo que impide que la democracia perdure y a ella la atacan para hacerla desaparecer.

   Una defensa exacerbada del sistema neoliberal radical, económicamente hablando, porque beneficia a las clases pudientes en contra del resto de la población, a la que nos lleva a la pobreza en muchos casos y procura la desestabilización social, es lo que PP y Junts intentan imponer.

   Ahí debe estar la izquierda para detener ese atentado a la democracia, que nos va a poner a todos al pie de los caballos más fascistas nunca habidos en democracia.

Ese voto negativo es muy significativo.

Nótese que no menciono al partido fascista del grupo de votantes, porque no hay porqué, ya lo conocemos todos.

miércoles, 22 de enero de 2025

En el sistema económico y en la profundización de la democracia está el quid de la cuestión

   Que ahora tengamos que sufrir las obscenidades económicas de Donald, es consecuencia de las facilidades dadas desde los gobiernos centristas europeos, durante décadas, comprando, es decir, compartiendo, algunas de las medidas neoliberales menos sociales.

   Aceptar que competir es mejor que colaborar es la imbecilidad más grande, pero aceptada por casi todos, siendo como somos los humanos, seres eminentemente sociales.

   Que un medio, como es el dinero, se convierta en un fin es la tropelía mayoritariamente aceptada. 

  Que las empresas deben perseguir el máximo beneficio, se estudia en las Escuelas de Crematística (me niego a llamarlas de Económicas) desde hace 50 años. 

  Creer que la ausencia de impuestos beneficia la economía es una estupidez y que el mercado se regula solo, que hay que darle rienda suelta, otra. Igual que cuando nos dicen que es bueno que el capital extranjero venga a nuestro país; los inversores vienen siempre a hacernos favores.

   Pues de estos antiguos polvos, tenemos el lodazal repleto en la actualidad. 

   Llevamos demasiado tiempo sin comprender que lo que precisa el mundo es un cambio de sistema económico, que ya sé que es tarea difícil y lenta, pero imprescindible y creo que se ve cada día que pasa con más claridad.

   Los partidos de izquierdas, al menos deberían tomar nota de esto y comenzar a implementar ese sistema alternativo pensado no en la acumulación de dinero, sino pensado en las personas y su bienestar, que para eso están en política. 

   Y sobre todo y más principal, para defender la democracia. Ésta es demasiado representativa y poco, muy poco directa. Es decir, se debe preguntar más al pueblo y hacerle partícipe de las decisiones políticas que nos gobernarán. 

   En el sistema económico y en la profundización de la democracia está el quid de la cuestión



lunes, 20 de enero de 2025

Están moviendo en exceso los pilares de la sociedad que habitamos

   Cuando una minoría, sin razón ni sentido, toca los pilares de la sociedad en la que habita, está jugando con fuego, porque está moviendo los pilares que la sostienen.

   Al fin y al cabo el sostén, de las humanamente inventadas o creadas: política y economía, es la gente, el pueblo, los consumidores y trabajadores; porque, qué otra cosa hay en la tierra que pueda producir riqueza o bienestar social, sino la gente misma.

   Entonces cuando el trastorno o la perversión de las creadas o inventadas, política y economía, nos nublan la visión de la realidad política y económica en que habitamos, ha de ser porque no entendemos ni una ni otra, ni política ni economía y esa incomprensión no nos deja defendernos de sus tropelías o mejor dicho, de las tropelías que una minoría nos impone, sin razón ni sentido, como decía inicialmente.

   Política y economía deberían enseñarse inicialmente a los niños, en cuanto tengan capacidad para entenderlas, para que con ellas nadie pudiera engañarles.

   Es decir, precisamos una sociedad, gente, cultivada en democracia y con conocimiento de la política y la economía, como de las matemáticas, física y tecnología tan el boga, pero igual de necesarias que las anteriores, para saber bien vivir.

   Wert, ministro de educación del PP se encargó de cargarse las humanidades, sobre todo la filosofía, base de la política, porque la economía depende sobre todo de la sociología, la psicología, las matemáticas y  de la propia filosofía. Wert, fue a cargarse la fuente: la filosofía.

   Cuando un pueblo suelta las riendas de su autogobierno (que eso es la democracia, el autogobierno del pueblo por y para el pueblo) en manos de los que ansían el poder con intereses distintos a los del pueblo, es cuando ese poder lo perdemos todos.

   Por ejemplo es cuando en España, caen las riendas del país en manos de franquistas, que perdemos el control y vuelven las injusticias sociales propias de una dictadura, pues la ausencia de democracia nos matará socialmente.

   Aunque los propios franquistas intenten definir la democracia representativa que vivimos, como una dictadura. Falso, de toda falsedad, solo están intentando revertir la situación a su favor y en contra del pueblo.

   Como decía en principio, cuando sin razón ni sentido se mueven los pilares sociales, todos saldremos perdiendo. No tienen sentido ni razón los principios (observados por una mayoría empresarial) del crecimiento constante en un mundo finito, ni el individualismo en un ser social, como somos los humanos, ni la persecución del máximo beneficio empresarial a costa de la gente y del propio planeta.

   Principios sin sentido ni razón que no nos llevan a ninguna parte, sino al final de nuestra civilización, porque están moviendo en exceso los pilares de la sociedad que habitamos.

   Y así, nos vamos todos al garete, al fracaso, al fin: La prueba es que gobierna Trump, con Musk y los milmillonarios de EEUU y además en Europa no nos ponemos de acuerdo, quizás nos falta una auténtica Unión Europea (No una unión monetaria europea)

domingo, 19 de enero de 2025

Nun toi d’alcuerdu con Inaciu Iglesias

 

Diz Inaciu:

Más abajo en Castellano

Estaos Uníos d’Europa.

El Comercio, 11 de xineru de 2025.

Dos problemes tien Europa, dos. O tres o cuatro, o qué sé yo; pero, de mano, dos son les prioridaes –polítiques– que marca’l Conseyu Européu pal quinqueniu viniente: seguridá y competitividá. Que, por ciertu, son casi hermanes a les que siñala l’informe Draghi d’esti añu recién y que, si fuéremos serios, habría ponenos les piles a toos nosotros.

¿A quién ‘nosotros’? A los europeos, por descontao –incluindo los asturianos–, pa ver si en cuenta siguir mirando p’atrás namás pa criticar «qué va facer Europa» entamamos albidrar qué podemos facer nosotros –toos y ca ún de nosotros– y empezamos facelo.

Esi ye’l noyu, na mio aldeana opinión, del que recuden tolos anteriores: que, como europeos, nunca nos sentimos responsables de nada y acabamos siempre de víctimes asustaes nun mundu mandáu por otros: Alemania, América, Rusia, China y demás. Y toca ya camudar la mentalidá pa dexar de ser otru vagón más del tren européu y empezar a furrular como locomotores; que por descontao –y esa abulta la grandeza de la unidá na pluralidá– nun tamos soles.

De los nuestros dos grandes problemes, ún ye’l de la seguridá. Normal. Porque nun ye que tengamos una guerra a les puertes. Ye que tenemos la guerra dientru, pal Este. Y col Oeste –Trump mediante– va ser cada día más difícil contar. Y más pal Este, China va seguir medrando: política, económica y militarmente. ¿Y cuála ye la solución? Nun sé. Pero tengo claro que dexar la nuestra defensa nes manes de la Casa Blanca o la OTAN nun furrula y toca entamar aína un exércitu européu.

Por eso importa tanto la competitividá. Y’l crecimientu, l’emprendimientu, la innovación o’l bientar y los derechos llaborales de los nuestros trabayadores. Y pa too ello precisamos afondar nel mercáu únicu enerxéticu, financieru y tecnolóxicu, y nel fiscal; y tamién nel militar. ¿O vamos enfotanos cuando la fábrica d’armes de Trubia tenga la cartera enllena pidíos y vamos repunar –hasta a les piedres– cuando Arcelor renuncie a inversiones? ¿Pero nun vamos querer ver la relación ente too ello? ¿Y vamos siguir falando de reconversión, globalización y descarbonización? ¿Y asina ye como contamos re-industrializar Europa?

Dos coses toquen: ser valientes y combatir fuéu con fuéu, aranceles con aranceles y barreres normatives con barreres normatives. Y ceder soberanía de los Estaos pa ganala na Unión; nuna Unión nuestra: nunos auténticos Estaos Uníos d’Europa. Lo otro ye poesía.

Ya dixo eu:

Pos al mio que tantu gústame dialogar y aldericar, nun toi acordies con Inaciu. Básicamente na «seguridá», porque la solución a les guerres siempres ye diplomática y perhí hemos de tirar, anque paeza mentira. ¿Qué guerra se iguar con más exercito?: Sía que non estrozando a una de les partes, lo cual nun ye solución güei día. Sicasí con más diplomacia más d’una y de dos o cuatro, acabáronse.

Tocantes a la «competitividá», supon lluchar nel mercáu internacional y européu, con China y EEUU esto ye, colos BRICS y los países aliaos a EEUU, los dos bloques económicos mundiales. Lo que va amontar la producción de bienes y servicios de la forma habitual o inhabitualmente muncho más elevada, compitiendo empreses contra empreses y persones contra persones; más de lo mesmo, que nos llevará a un final, por escosamientu de materies primes, por medría escomanada de la desigualdá yá esistente y a lo postrero, el fin del planeta, pero más rápidu.

Esto vienen dicir munchos científicos, nun podemos producir al ritmu actual, muncho menos competir dos grupos o trés por una supremacía económica mal entendida. Mal entendida, mal partida y utópica, que la tierra ye finita.

Si’l planteamientu económicu d’Europa fuera distintu, pensando nel bien común y na sostenibilidá medioambiental, social, amás de la económica, seríamos l’exemplu mundial del bien vivir.

Lo cual nun quier dicir que dexemos d’investigar anovar y fomentar l’empléu, pero con otru fin que la competición a ver quien ye más ricu, sinón por otru asuntu, por otru fin: ser toos (los europeos) más felices, cenciellamente porque ser toos más ricos ye imposible, como imposible ye la vida del actual sistema económicu, que va acabar españando a la especie humana.

Nun hai porqué competir nin con China nin con EEUU, sía que non defendenos de los sos tropelías. Esto ye:

A mi vame más la poesía

En primer llugar cuntar realmente colos europeos y plantegar abierta y bonalmente n’ampliu ya informáu referéndum, que quieren lo europeos.

De xuru nos sosprendería la cantidá de persones que queremos, de primeres, un cambéu de sistema económicu y en segundu llugar ser más felices, non más ricos. Esto segundu ye lo imposible, como imposible ye la supervivencia por enforma tiempu del capitalismu selvaxe en que nos meteríamos compitiendo colos BRICS y los allegaos a EEUU.

Toi más pol llabor del nuevu sistema económicu que ponga nel centru a les persones y el medioambiente, porque ye la forma de dexar un planeta habitable para los nuesos herederos. El mio sistema favoritu: La Economía del Bien Común

Finalmente si que toi d’alcuerdu no ser valientes y emburriar por ser cabeza de lleón y dexar de ser cola de mure. Pero esa valentía va na forma de se del asturianu, yá la tenéis, solo hai qu’echala fuera y tamién na cesión de soberanía estatal para tener más na Unión Europea

¡Ah! con Draghi tampoco toi d’alcuerdu ver equí.

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No estoy de acuerdo con Inaciu Iglesias

Dice Inaciu:

Estados Unidos de Europa.

El Comercio, 11 de enero de 2025.

Dos problemas tiene Europa, dos. O tres o cuatro, o qué sé yo; pero, de antemano, dos son las prioridades políticas– que marca la Administración Europea para el quinquenio siguiente: seguridad y competitividad. Que, por cierto, son casi idénticas a las que señala el informe Draghi de este año pasado y que, si fuéramos serios, nos haría poner las pilas a todos nosotros.

¿A quién ‘nosotros’? A los europeos, por descontado –incluyendo los asturianos–, para ver si nos interesa seguir mirando para atrás nada más para criticar «qué hará Europa» organizarnos e intuir qué podemos hacer nosotros –todos y cada uno de nosotros– y empezar a hacerlo.

Esa es la cuestión, en mi aldeana opinión, de la que vienen todas las anteriores: que, como europeos, nunca nos hemos sentido responsables de nada y acabamos siempre de víctimas asustadas en un mundo mandado por otros: Alemania, América, Rusia, China y demás. Y toca cambiar de mentalidad para dejar de ser otro vagón más del tren europeo y empezar a funcionar como locomotoras; que por descontado –y esa muestra la grandeza de la unidad en la pluralidad– no estamos solos.

De nuestros dos grandes problemas, uno es el de la seguridad. Normal. Porque no un es que tengamos una guerra a las puertas. Es que tenemos la guerra dentro, para el Este. Y con el Oeste –Trump mediante– será cada día más difícil contar. Y más para el Este, China va seguir medrando: política, económica y militarmente. ¿Y cuál es la solución? No se. Pero tengo claro que dejar nuestra defensa en manos de la Casa Blanca o la OTAN no funciona y toca organizar enseguida un ejército europeo.

Por eso importa tanto la competitividad. Y el crecimiento, el emprendimiento, la innovación o el bienestar y los derechos laborales de nuestros trabajadores. Y para todo ello precisamos ahondar en el mercado único energético, financiero y tecnológico, y en el fiscal; y también en el militar. ¿O que haremos cuando la fábrica de armas de Trubia la tenga cartera llena de pedidos y detestaremos –hasta a las piedras– cuando Arcelor renuncie a inversiones? ¿Pero no vamos a querer ver la relación de todo ello? ¿Y seguiremos hablando de reconversión, globalización y descarbonización? ¿Y así es como contamos re-industrializar Europa?

Dos cosas toquen: ser valientes y combatir fuego con fuego, aranceles con aranceles y barreras normativas con barreras normativas. Y ceder soberanía de los Estados para ganar en la Unión; en una Unión nuestra: en unos auténticos Estados Unidos de Europa. Lo otro es poesía.

Y digo yo:

Pues a mi que tanto me gusta dialogar y discutir, no estoy de acuerdo con Inaciu. Básicamente en la «seguridad», porque la solución a las guerras siempre es diplomática y por ahí hemos de tirar, aunque parezca mentira. ¿Qué guerra se arregló con más ejercito?: En todo caso destrozando a una de las partes, lo cual no es solución hoy día. En cambio con más diplomacia más de una y de dos o cuatro se acabaron.

En cuanto a la «competitividad», supone luchar en el mercado internacional y europeo, con China y EEUU o sea, con los BRICS y los países aliados a EEUU, los dos bloques económicos mundiales. Lo que incrementará la producción de bienes y servicios de la forma habitual o inhabitualmente mucho más elevada, compitiendo empresas contra empresas y personas contra personas; más de lo mismo, que nos llevará a un final, por agotamiento de materias primas, por incremento desmesurado de la desigualdad ya existente y a la postre, el fin del planeta pero más rápido.

Esto lo vienen diciendo muchos científicos, no podemos producir al ritmo actual, mucho menos competir dos grupos o tres por una supremacía económica mal entendida. Mal entendida, mal repartida y utópica, que la tierra es finita.

Si el planteamiento económico de Europa fuera distinto, pensando en el bien común y en la sostenibilidad medioambiental, social, además de la económica, seríamos el ejemplo mundial del bien vivir.

Lo cual no quiere decir que dejemos de investigar innovar y fomentar el empleo, pero con otro fin que la competición a ver quien es más rico, sino por otro asunto, por otro fin: ser todos (los europeos) más felices, sencillamente porque ser todos más ricos es imposible, como imposible es la vida del actual sistema económico, que acabará reventando a la especie humana.

No hay porqué competir ni con China ni con EEUU, en todo caso defendernos de sus tropelías. Es decir:

A mí me va más la poesía

En primer lugar contar realmente con los europeos y plantear abierta y sinceramente en amplio e informado referéndum, que quieren lo europeos.

Seguramente nos sorprendería la cantidad de personas que queremos, en primer lugar, un cambio de sistema económico y en segundo lugar ser más felices, no más ricos. Esto segundo es lo imposible, como imposible lo es la supervivencia por mucho tiempo del capitalismo salvaje en que nos meteríamos compitiendo con los BRICS y los afines a EEUU.

Estoy más por la labor del nuevo sistema económico que ponga en el centro a las personas y el medioambiente, porque es la forma de dejar un planeta habitable para nuestros herederos. Mi sistema favorito: La Economía del Bien Común

Finalmente si que estoy de acuerdo en lo ser valientes y empujar por seer cabeza de león y dejar de ser cola de ratón. Pero esa valentía va en la forma de se del asturiano, ya la tenéis , solo hay que echarla fuera y también en la cesión de soberanía estatal para tener más en la Unión Europea

¡Ah! con Draghi tampoco estoy de acuerdo ver aquí

viernes, 17 de enero de 2025

Crispación en principio, el final ... ¿Tecno-feudalismo o EBC?

 Todos ricos imposible, pero más felices sí

Comienza uno por criticar a Yolanda Díaz (Vicepresidenta del Gobierno) por pedir más tiempo libre para todos, diciendo que así promueve la vagancia colectiva y se continúa haciendo caso al «jarrón chino» Sr. Aznar (Expresidente del Gobierno) en aquello de: «el que pueda hacer que haga«.

Dentro de esa misma línea de actuación, pero un poco más a la derecha, se dan instrucciones para que se ataque verbal y físicamente a todo periodista que no sea de derechas y así se consigue, con tal consigna, crispar la sociedad en que habitamos.

La estrategia de la oligarquía mundial en España se ve claramente en lo dicho y en las actitudes de Vox y PP, fomentando los golpes de toga a izquierda y centro, es decir, a todo lo que se mueva distinto de su ámbito social, para controlar la sociedad sin las urnas, ahí no han tenido mucho éxito y por tanto, hay que intentarlo por cualquier otro medio aún ilegal.

Tienen la cobertura de X.com (Musk) ahora también con Zuckerberg, para en caso de elecciones, echar una mano con la manipulación de la opinión pública.

Todo esto en defensa del obsoleto e injusto sistema económico hegemónico: El Capitalismo Salvaje, basado en la competitividad en todo ámbito y en el individualismo, que nos trajo hasta el Tecno-Feudalismo o feudalismo tecnológico que dominan los mencionados Musk y Zuckerberg y otros, como bien define Varoufakis (escritor y economista griego)

La competitividad y el individualismo, nuestra perdición

Tenemos la competitividad tan arraigada, después de 50 años, de educación y práctica que no vemos más allá de nuestras narices.

Empresarialmente aceptamos la tropelía de que, por ejemplo: 100 empresas en cierto ámbito del mercado compitan entre sí y en esa competición va a ganar una, la mejor la heroica empresa convertida por su triunfo final en monopolio de dicho ámbito mercantil y nadie nos cuenta que las 99 restantes perdieron, desaparecieron, con el coste social que eso tiene ¡Ah! pero ganó la mejor. Ya, ya y los trabajadores y empresarios de las 99 restantes ¿qué? 

Las cooperación y la solidaridad, lo razonable socialmente

No sería realmente razonable y socialmente mucho más agradable, que esas 100 empresas en aquel ámbito mercantil colaborasen entre ellas para prestar el servicio social para el que se constituyen y convivir cooperando, fabricando bienes y prestando los servicios que la sociedad en que habitan precise.

Esto no es una utopía se puede hacer y hay medios y método para ello. En cambio la persecución del máximo beneficio a costa de un incremento ilimitado de la producción, que es lo que impone el salvaje capitalismo que critico, si es una utopía, que vamos a pagar muy cara. Ya empezamos a pagarla.

La estamos pagando medioambientalmente (por ejemplo: DANA) y socialmente (desigualdad enorme y mundial) Estúpidas guerras por asuntos económicos Gaza y Ucrania y la crispación social que hay que medicar cada día para subsistir.

Desegañémonos, a este mundo venimos a ser felices, no ricos. Lo primero es posible mediante el bienestar social y lo segundo tan imposible, como el sistema económico en que habitamos, que es la prueba definitiva de tal imposibilidad.

Finalmente añadir que si la derecha se asalvaja como lo está el sistema económico, la democracia estará en peligro, porque impide llevar al extremo el capitalismo salvaje en que nos quieren enterrar como sociedad. Avisados estamos con el Tecno-feudalismo

Bien es verdad que hay otras vías que explorar como esta que planteo porque me parece la mas acertada Economía del Bien Común, pero se precisa desaprender varios conceptos capitalistas y cambiarlos por otros más sociales (cooperación y solidaridad, dignidad humana, justicia social, sostenibilidad, participación democrática directa y transparencia)

jueves, 16 de enero de 2025

2025, el año de las COOPERATIVAS

 La Asamblea General de la ONU anuncia la proclamación de 2025 como el Año Internacional de las Cooperativas.  

  Se celebrará bajo el lema “Las cooperativas construyen un mundo mejor

  ¿Ha oído usted algo de la proclamación de 2025 como el Año Internacional de las Cooperativas? 

   No, verdad ¿Por qué? 

   Pues porque desde siempre en España y miren que hace años, muchos años, que existe la cooperativa de Mondragón, exitosa por cierto, pero no se habla nada del cooperativismo, al igual que no se habla del éxito social del Ayuntamiento de Marinaleda, ni enseguida no se hablará de Miranda de Azán (Ayuntamiento de la Economía del Bien Común)

   La errónea idea, generalizada por otra parte, de que la sociedad debe competir en lugar de colaborar es lo que impide el conocimiento del cooperativismo y la solidaridad.

   Pero no por esa idea en sí, sino porque a la oligarquía le interesa que nos peguemos el último contra el penúltimo por el trozo de pan (léase bienestar), cuando ella se enriquece a costa de tal pelea. 

   Y a ella ayudan, de forma descarada los partidos de la derecha, que siempre defienden los intereses particulares de los más ricos, en contra del pueblo (Por ejemplo con la bajada de impuestos que solo beneficia a los más ricos)

   ¡Piense un poco ciudadano! ¿No es más interesante y beneficioso para todos la cooperación que la competición? Esta última está bien en el deporte, pero en la vida hay que ser cooperador y solidario, si no, nos irá mal a todos y solo favorecerá este hecho a la oligarquía.

   Ese lema: Las cooperativas construyen un mundo mejor” lo dice la ONU y será por algo.

   Quizás porque sea la forma empresarial más democrática existente y que nadie promociona, ni el partido socialista ¡Hay que ver!

   Haber incentivado tan exageradamente el egoísmo personal durante tantos años, no nos deja pensar adecuadamente, como seres sociales que somos; todo ello producto de los años de neoliberalismo económico que sufrimos y que se nota hasta en las Facultades de Crematística, que ya no les podemos llamar de Económicas, porque solo enseñan a ganar dinero, no enseñan Economía (con mayúsculas) y quizás por eso nos hacemos tan individualistas e insolidarios, tal como interesa a la élite dominante.

   Hay que desaprender tantas cosas. 

   El necesario decrecimiento y el sentido común social y medioambiental, que nos falta porque la ciudadanía estamos deseducados, desde que Wert (ministro del PP) eliminó la Educación para la Ciudadanía, tan necesaria. Y ya ni pensamos en el planeta que dejaremos a nuestros descendientes, ni en el ambiente social tan rancio, desde hace unos años.

miércoles, 15 de enero de 2025

La Economía del Bien Común, no es la panacea, pero se le acerca

 El compañero, Andrés Moya de la EBC de Madrid, publica el siguiente artículo:


¿Qué haría la Economía del Bien Común ante la DANA? (enlace)

Léanlo atentamente y valoren el cambio de sistema económico, tan necesario. 

Es un ejemplo práctico de las bondades sociales de abandonar el individualismo, egoísta e insocial y la persecución del beneficio empresarial como único fin.

¿Qué haría la Economía del Bien Común ante la DANA? (enlace)

Si está de acuerdo con él publíquelo en sus redes sociales, gracias.